Hoy,
volviendo del cole, la pequeña Princesa está bastante pensativa. Da pequeños
mordiscos a su bocadillo mientras mira al cielo en actitud distraída. Después
de un rato de caminar en silencio no he podido evitar mirar yo también a ver
qué era lo que la tenía tan absorta y chica, nada, allí no había nada. Así que le
he pregunta:
Cariño, ¿qué miras?
Estoy buscando la
mariposa, pero no la encuentro- me contesta ella sin dejar de mirar al cielo
¿Qué mariposa? Es
otoño, y en esta estación no hay mariposas – contesto con mucha calma
Pero ésta si- me contesta ella sin bajar la mirada
Su hermano,
que camina a nuestro lado, también ha tenido que mirar al cielo. Después de un
momento me ha mirado a mí, y por último a su hermana. Como él tampoco ve “la mariposa” comenta dándole una “patadita”
al balón:
Tú flipas, aquí no hay
ninguna mariposa- y se va corriendo con sus amigos
Mi
experiencia en estas lides me dice que ante un comentario así, debo prepararme
para una explosión de ira en un cuerpecito de siete años
Mammaaaaaaaaa!!!!!
Me ha dicho que yo flipoooooooo!!!!,- con un estridente grito condimentado
de paso con unas lagrimitas para ponerle sentimiento a la cosa
Pero no, esta vez no. Ella sigue mirando hacia arriba
buscando la dichosa mariposa
No hay reacción, esto parece grave- pienso mientras empiezo a prepararme para una conversación
profunda con mi pequeña Princesa
Cariño- pregunto con la voz más dulce que
puedo- ¿de qué mariposa hablas?
Bien. Hay
reacción. Ella baja la mirada hasta la mía y sin un solo pestañeo me suelta:
Hoy nos ha dicho
Juanito, que cuando una mariposa bate sus alas en América, aquí hay una
tormenta, y yo quiero ver la mariposa para saber si tengo que coger el paraguas.
Se llama teoría del “caso”
Ole. ¿Y
ahora qué?
Ella me mira
con ojos inquisidores esperando una respuesta. Yo, tengo un ataque de risa
interior (que he aprendido a controlar) y trato de recomponerme antes de que se
dé cuenta
¿Cómo le
explico yo a un personaje de siete años, lo que es la teoría del caos? Desde
luego madres, tenemos que buscar la forma de controlar las conversaciones que tienen
nuestros pequeños en el patio…
Ella sigue
esperando, y se impacienta. Me mira y mira al cielo desconfiada sin dejar de
esperar su respuesta. No va a ser nada
fácil explicarle que no va a ver la mariposa….
Princesita- le digo- hay
cosas que ocurren porque han pasado otras antes, es como a ver……
…mira el bocadillo que tienes en la mano ( ella lo mira )
Si no lo comes rápido, se te va a
caer la nocilla ( lo mira por debajo)
Si se te cae la nocilla, te vas a
manchar, (se mira el baby)
Si te manchas, mama no se va a poner
contenta (me mira a mi)
Si mama no está contenta, no te
compra pokemon (abre mucho los ojos)
Si no te compra pokemon, no vas a
poder jugar con tu
hermano (los abre mas)
Si no puedes jugar, te va a aburrir (se le humedecen los ojos)
Y si te
aburres, no vas a estar naaaada contenta…. Y mama no quiere eso ¿verdad?
En ese
momento pestañea, me alarga su mochila y me dice – Sujeta- mientras va corriendo a la papelera más cercana
Tira el
bocadillo, se da la vuelta y me suelta: Asunto resuelto mamá! Ya podéis estar
tranquilas tú y la mariposa - ¿Nos vamos ya a comprar los pokemon?
Sin palabras,
os juro que me quedé sin palabras
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